Sé que no hay monstruos en el armario, que los reyes magos no te vigilan para ver todo lo malo que haces, sé que los malos son muy malos, y los buenos no son tan buenos. Créeme, que he aprendido que los conciertos están para dejarse los pies, y la voz. Que los besos a escondidas saben mejor. Que un baño de agua fría a veces sienta tan bien como uno de agua caliente. Que el mundo está plagado de personas agradables, y a la vez, de personas que no merecen ser llamadas personas. Ahora sé que no hay calcetines para el pie izquierdo, ni para el pie derecho. Que las medias se rompen muy fácilmente. Y lo más importante, sé que de siete días a la semana, yo te quiero ocho