Yo creía que no tenía oportunidad, que de acá en adelante mi vida iba a estar destinada en esa persona; que no había nadie más; que no había manera de darle cierre a esa situación porque era para siempre; que por más que él se haya olvidado de mi, yo nunca me podría olvidar así de él; yo pensaba que mi final iba a ser con él, sea feliz o triste. Pero, ¿qué sabía yo del destino? Cuando menos lo pensaba, me di cuenta que caí otra vez, otra vez en el amor, y de otra persona, de la que menos imaginaba.
Nunca se me hubiera imaginado que me iba a terminar gustando él pero cada momento hizo que me terminara metiendo otra vez en este sentimiento. Era cada día llegar al colegio y ver sus ojos grandes y su sonrisa ancha, su forma de caminar, la forma en que me mira y me intimida, como estira sus camperas y las muerde, su buena onda, su manía de olvidarse las cosas y salir corriendo a las 7 am y quedarme mirando, la felicidad que me da llegar al colegio y verlo ahí parado, lo gracioso que es, la manera en que hizo que todas mis amigas lo aceptaran, lo copado que es con personas que ni conoce pero en especial, si hay algo que amo de él, son sus ojos. Y ayer fue el día en el que los tuve cerca, a él, a su voz y no puedo dejar de decir que fue el mejor sentimiento del mundo, de esos que no sentía hace bastante por otra persona que solamente me daba sufrimiento.
Creía que ya tenía mi historia cerrada, mi final era con L. Las vueltas de la vida hizo que se agregara un nuevo capítulo a esta historia. Bienvenido JM, sé que no me vas a defraudar.
